Antes de pensar en hacer un curso online debes preguntarte: ¿tienes las competencias suficientes para enseñar algo?

Correré el riesgo de ser odiado desde el segundo párrafo, pero ni hablar, tengo que citarlo: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino” decía el novelista Umberto Eco. Y estoy parcialmente de acuerdo. El hecho de tener un medio al alcance no debe convertir a cualquier persona en un instructor o maestro.

Para no entrar en discusión, supongamos que la respuesta es: sí, tienes las competencias para enseñar. Ahora viene una segunda pregunta que ya conlleva un primer costo: ¿sabes enseñar aquello en lo que eres competente?

Para ilustrar esta segunda pregunta permíteme esta analogía futbolera: Lionel Messi es, para muchos, el mejor jugador del mundo. Si le pides a Messi que te enseñe a jugar como los mejores lo más probable es que no pueda, porque lo suyo es jugar no enseñar a jugar. Para eso estaría Pep Guardiola, el mejor entrenador del mundo. A lo que voy es que no por ser un experto en un tema serás un experto en enseñarlo, son dos cosas bien diferentes.

Aquí es muy probable que vayas a necesitar los servicios de un pedagogo o un diseñador instruccional (o formativo), para que te ayude a darle forma al curso curso, desde la estructura del temario hasta el contenido de cada tema.

Después del diseño formativo del curso viene el gráfico, que significa diseñar los básicos como:

• logotipo
• paleta de colores
• look & feel
• página web

Y también significa algo más complejo: darle un estilo gráfico al diseño formativo, pues el primero sólo te dice el qué y el cómo enseñar, pero no cómo debe verse.
Aquí también la hice de “milusos” (te darás cuenta que esta fue una producción al estilo “one man band”), y con base en la experiencia te puedo decir que un diseñador gráfico muy-muy baratero me hubiera cobrado al menos $ 25,000 por hacer todo esto.

FASE III: El VIDEO

Aquí es donde las cosas comienzan a ponerse interesantes. Si has tenido oportunidad de ver el temario de mi curso te darás cuenta que más del 90% es video. El video es lo de hoy, pero producirlo tiene sus asegunes… y bastantes.

Entre mis monerías de “one man band” está hacer video, de hecho en gran parte a eso me dedico, solo que nunca estoy frente a la cámara, siempre estoy detrás. Ser el talento (además de productor, director, asistente, fotógrafo, “gafer”, sonidista, continuista, etc.) fue todo un reto y me dí cuenta que soy muy torpe para esto. Casi todo lo que veas en el curso, por muy fluido que te parezca, tuvo que repetirse muchas veces porque no paraba de equivocarme. Esto te lo comento porque si estás pensando en hacer un curso y vas a salir a cámara, todas estas equivocaciones y “bloopers” van a impactar los tiempos y con ello el presupuesto. Por eso es importantísimo ponerse a practicar hasta desarrollar la máxima fluidez posible en cámara

¿Cuántos días va a durar tu filmación? En mi caso fueron 17 temas. Pensando en filmar dos temas por día (cosa que me parece de locos, pero en un afán de ahorrar lo máximo pensémoslo así), eso significa un total de $103,000 en recursos humanos por 9 días de filmación.

¿Y en dónde lo vas a filmar? El Cuartito del Café existe, es un anexo a mi casa que sirvió como foro de filmación y eso significó cero gasto, pero si tuvieras que pagar una locación pregúntate: ¿cuánto costaría al día? ¿Te parece ponerle unos $ 2,500 pesos/día?

Esto fue en lo que invertí:

• Cámara: Sony ZV-1 = $ 18,500
• Abrazaderas, magic arms y demás = $ 900
• Micrófono Lavalier Giant Squid = $ 1,000
• Softboxes con grid = $ 2,600
• Luces incidentales = $ 800
• Cable para audio de respaldo = $ 400
• Rode Video-Micro (audio de respaldo) = $ 1,000
• Páneles LED Yongnuo = $ 2,000
• Lightstands Manfrotto = $ 2,500

Muy bien, ahora pensemos que ya terminaste la filmación, pero antes vamos a ponerle unos pesitos más de insumos y accidentes. Yo gasté varios kilos de café, pues cada receta se tenía que filmar 4 ó 5 veces (de arriba, de frente y abierta, de frente cerrada, etc.) por que solo tenía una cámara.

 También gasté algo en filtros y en un Chemex que rompí a media filmación.

Pregunté a varios amigos editores y la media (precio “compa”) para editar todo mi curso fue de $ 40,000 pesos. Y es que el orden y el caos impactan el costo. Me explico: en una producción seria habría un “data manager” administrando y ordenando todo lo que se genera. Habría alguien, de la mano del director, calificando y seleccionando material, pero un “one man band” avienta todo lo que sale a un disco duro, así a lo bestia y sin calificar, y luego en edición es un caos. Imagínense decodificar ese caos y armar algo coherente, visualmente atractivo y más que nada, didáctico.  Quizá esos 40 mil pesos suenan a mucho dinero, pero pobre de quién hubiera tenido que editar mi curso. Afortunadamente, fui yo.

Y aquí no termina el asunto, falta la animación. Hay dos o tres temas del curso en los que usé Blender (3D) y After Effects (2D). Un animador a precio “cuates” me hubiera cobrado $15,000 por hacer estos trabajos adicionales.

Yo utilicé una platforma LMS basada en WordPress y esto fue en lo que tuve que invertir:

• LMS – LearnDash = $ 3,200
• LearnDash customizer = $ 1,500
• DiVi – constructor de páginas = $ 1,500

Un amigo programador me cobraba $ 5,000 por implementar todo y ponerlo en marcha, pero en mi afán de concluir la misión “one man band” me aventé la monserga de hacerlo yo solo. ¿Qué tan difícil puede ser… es WordPress!?
No manches, 15 días y 20 plug-ins después no lograba ponerlo en línea. Moraleja: cuando alguien te cobre $ 5,000 pesos por algo así, tómalo, es una ganga.

Y luego faltan las pasarelas de pago para poder vender el curso en línea. Peléate con WooCommerce, PayPal, Mastercard, VISA y demás intermediarios… Decenas de claves, llaves, APIs, sandboxes y toda esa jerga informática que parecería hecha para complicarlo todo en vez de facilitarlo. En fin, lo logré, pero hay más.

Yo opté por una encriptación llamada HSL. Es más económica, más simple de echar a andar y no tan potente como Widevine, pero protege bien tus videos de las formas más comunes de descarga. Tienes que contratar un proveedor de almacenamiento de videos que ofrezca HSL. Yo utilizo un servicio llamado publit.io y pago $ 200 pesos mensuales, que anualizados significan $ 2,400 pesos

Y también tienes que considerar el “hosting” de tu página, que es distinta al servicio del “hosting” de video. De esto pago aproximadamente $ 2,000 pesos anuales. Si bien es cierto que te puedes encontrar por ahí ofertas de $50 pesos al mes, la verdad es que son servicios muy malos y ofertas válidas solo por el primer año, después de eso acabas pagando mucho más.

CONCLUSIÓN

En esta época de pandemia muchos hemos tenido que recurrir a enseñar y/o aprender a través de Internet. Con y como audiencias tan poco habituadas a los medios digitales como fuente de conocimiento, captar la atención, transmitir, enseñar y motivar son retos enormes.

Aquellos a quienes les tocó dar clases no me dejarán mentir lo complicado que fue migrar sus contenidos apenas a un PowerPoint y hacerlo funcionar con el LMS de su institución, si es que acaso tenía uno. Mis respetos a todos esos maestros.

Aquellos a quienes les tocó aprender en línea tampoco me dejarán mentir lo aburridas y poco efectivas que son las sesiones de cabezas parlantes (“talking heads”) sin una pizca de chispa en los contenidos.